lunes, abril 17, 2006

LA BELLEZA DE UN PEQUEÑO PUEBLO

El Sabado Santo he tenido la suerte de bajar con Lupe, Marcos y Jose, a uno de los lugares mas bonitos de nuestro pueblo, las Lastras y el Profundo.
Viendo aquellos parajes, viendo esas rocas amontonadas unas tras otras, viendo ese recorrido rompepiernas, viendo el cielo encapotado amenazando tormenta, y viendo una pareja de buitres que nos miraba desde el cielo dando vueltas a nuestro alrededor; llegamos a temer por nuestra vida; pero todo eso nos daba igual. Al llegar al corazón mas escondido de Mámoles y ver la majestuosidad de esa caida de agua, y oir el ruido de la ribera cayendo al Duero; a todos nosotros se nos encogió el corazon de ver tanta belleza, como si fuera la primera vez que fueramos.
Mámoles no deja de sorprendernos, y sigue siendo la envidia de muchos pueblos de Sayago, no solo por el futbol, sino por la belleza de cada uno de sus rincones.

MARIO LOBO

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